lunes, 8 de febrero de 2021

DIALOGAMOS PARA CONSTRUIR IDEAS

Fuente: Texto de Filosofía 3º Medio - Mineduc - Santillana 

LECCIÓN: Lección: Dialogamos para construir ideas
Pág. 122 - 125)


PENSAR CON OTROS EN SOCIEDAD


En la tradición de Hegel, autores del siglo XX, como el norteamericano G. H. Mead, el austríaco-israelí Martin Buber y los alemanes Jürgen Habermas y Karl-Otto Apel, explican que los seres humanos se hacen personas a través del proceso de socialización, por el que adquieren el lenguaje, las normas morales y sociales, las creencias religiosas, etc. Este legado también hace libres a los humanos porque les permite reconocer a los demás como personas e igualmente ser reconocidos como tales por ellos. Este reconocimiento mutuo se expresa cuando se considera al prójimo (y los demás lo consideran a uno mismo) como un interlocutor válido, capaz de defender mediante argumentos sus opiniones, creencias, etc.

Recursos 1 y 2: la importancia ética de la comunicación  


La ética es la reflexión sobre lo que consideramos bueno o malo. Con el «giro lingüístico» esta reflexión se pone en vínculo directo y práctico con la comunicación y el diálogo argumentativo.

El aspecto que se evoca preferentemente con la denominación «ética del discurso» es el que hemos mencionado en primer lugar, es decir, la caracterización del discurso argumentativo como medio indispensable para la fundamentación de las normas consensuables de la moral y del derecho. Este aspecto se puede hacer plausible intuitivamente aclarando que una moral de las «costumbres» referida a las relaciones próximas interhumanas, en la que todas las normas son casi evidentes para todos los individuos, ya no es, ciertamente, suficiente hoy en día. Pues de lo que hoy se trata, por vez primera en la historia del hombre, es de asumir la responsabilidad solidaria por las consecuencias y subconsecuencias a escala mundial de las actividades colectivas de los hombres —como, por ejemplo, la aplicación industrial de la ciencia y de la técnica— y de organizar esa responsabilidad como praxis colectiva.
Apel, K. O. Teoría de la verdad y ética del discurso (1991)


Dicho sin rodeos, cada persona y todo agente moral que tiene intereses y a quienes mis acciones y las consecuencias de mis acciones pueden impactar y afectar de una
manera u otra, es potencialmente a toda la humanidad. Dicho sin rodeos, cada persona y todo agente moral que tiene intereses y a quienes mis acciones y las consecuencias de mis acciones pueden impactar y afectar de una manera u otra, es potencialmente un participante en la conversación moral conmigo: tengo la obligación moral de justificar mis acciones con razonar ante este individuo o los representantes de este ser.
Benhabib, S. Los derechos de los otros: extranjeros, residentes y ciudadanos (2004)


Recursos 3 y 4: Diálogar con "el otro".  


La alteridad y la intersubjetividad son instancias que se dan en la vida pública. Ambas se refieren a cómo nos relacionamos con el otro, de qué manera podemos conocer y considerar su perspectiva.

No se trata solo de reconocer la alteridad y adaptarla a una práctica consagrada; se trataría, más bien, de sentir el peso del otro en nosotros, su vida como otra vida diferente de otras, y no como un desvío o una simple vulnerabilidad. Por otro lado, la existencia del otro puede pensarse educativamente: es un cuerpo cuya presencia
nos obliga todo el tiempo a una tensión entre el conocimiento y el desconocimiento, a una suerte de atención y disponibilidad a cada instante, a la puesta en práctica de una conversación sin principio ni final.
Skliar, C. (Entrevista). Revista Poliphonia (2017)

Lo que caracteriza a la democracia pluralista en tanto forma específica del orden político es la instauración de una distinción entre las categorías de «enemigo» y de «adversario». Eso significa que, en el interior del «nosotros» que constituye la comunidad política, no se verá en el oponente un enemigo a abatir, sino un adversario de legítima existencia y al que se debe tolerar. Se combatirán con vigor sus ideas, pero jamás se cuestionará su derecho a defenderlas. Sin embargo, la categoría de «enemigo» no desaparece, pues sigue siendo pertinente en relación con quienes, al cuestionar las bases mismas del orden democrático, no pueden entrar en el círculo de los iguales.
Mouffe, C. El retorno de lo político (1993)


Recurso 6: Una sociedad diversa


La diversidad propia de las sociedades actuales plantea múltiples desafíos al momento de pensar, dialogar y sostener una postura personal sobre un asunto.

El pensamiento crítico es particularmente crucial para la buena ciudadanía en una sociedad que tiene que luchar a brazo partido con la presencia de personas que difieren según la etnia, la casta, la religión y profundas divisiones políticas. Solo tendremos la oportunidad de un diálogo adecuado, que atraviese fronteras, si los ciudadanos jóvenes saben cómo participar en el diálogo y la deliberación en primer lugar. Y solo sabrán cómo hacerlo si aprenden a examinarse a sí mismos y a pensar en las razones por las cuales son proclives a apoyar una cosa en lugar de otra; en lugar de, como sucede a menudo, ver el debate político simplemente como una forma de jactarse, o conseguir una ventaja para su propio lado.
Nussbaum, M. Educación para el lucro, educación para la libertad (2015)


Actividades:


1 A partir de los Recursos 1 y 2, ¿cómo se comprende el diálogo en relación con la ética?
 

2 En la viñeta (Recurso 5), ¿se presenta un diálogo ético? Escribe tu respuesta y fundaméntala desde los Recursos 1 y 2.
 

3 ¿Cuál es el valor político que reconoces en la distinción entre «adversario» y «enemigo» de Chantal Mouffe? Explica.
 

4 De acuerdo con los recursos de estas páginas, dialoga con tus compañeros para construir una definición de «ciudadanía democrática». Luego, reconozcan tres instancias de ciudadanía democrática en su comunidad.
 

5 ¿Cómo se debe vivir en una comunidad humana diversa? Comparte tu respuesta en un grupo y en conjunto elaboren un póster donde expongan algunas normas que se deban seguir para que ello se cumpla.

El diálogo filosófico

EL DIÁLOGO FILOSÓFICO
Fuente: https://centrosofia.wordpress.com/2013/03/20/dialogo-filosofico-en-curso-de-monitores-y-monitoras-para-residencias-de-mayores-y-centros-de-dia/
Bajado en formato pd
f.

¿Qué es  el diálogo filosófico?  


El diálogo  es un encuentro entre personas que no buscan ni enfrentar sus opiniones como en el debate ocurre ni tampoco que su comunicación esté exenta de dirección como sucede en una charla. Por eso, el diálogo prioriza a las personas, la existencia de un hilo conductor y la apertura hacia nuevas visiones y perspectivas.
Este diálogo es además filosófico. ¿Cuál es el plus de la Filosofía? Podríamos sintetizarlo en los siguientes rasgos: la metacognición (pensamos en lo que pensamos y en cómo lo pensamos), la radicalidad (indagamos las raíces últimas de las cuestiones) y la problematización (cuestionando para seguir viendo “más allá”, promoviendo personas atentas, curiosas y dinámicas así como una mayor flexibilidad mental).
 

¿Qué es el diálogo filosófico en comunidades de investigación?  
 

Añadir al diálogo filosófico las palabras “comunidades de investigación” implica el desarrollo de este tipo de actividad en grupos. Aunque no es tan simple como esto. Una comunidad se caracteriza por ser la unión de personas que persiguen un mismo fin, dejando de lado los fines particulares de cada cual. Por eso, en una comunidad de diálogo filosófico lo importante no es lo que yo quiero decir, sino lo que puedo aportar desde mi perspectiva a lo que se está hablando. De esta manera, la persona se ve provocada a salir de sí misma para trabajar por un fin común.   
 

Y a esto hay que añadir, por otro lado, que se trata de una comunidad de investigación porque lo que persigue ese grupo de personas es investigar, indagar, profundizar, contrastar, comparar, buscar conjuntamente información, hipótesis, contraejemplos sobre una cuestión elegida por todos y que tiene atrapado el interés del grupo.
 

En síntesis, practicar el diálogo filosófico en comunidades de investigación consiste en crear un espacio para un grupo de personas a quienes les interesa investigar una problemática determinada y hacerlo importándoles tanto las personas que están como la propia investigación. Por eso, atenderán al cuidado del otro aunque también exigirán un buen razonamiento y una búsqueda exhaustiva.
 
¿Qué beneficios aporta el diálogo filosófico?
 

El diálogo filosófico trabaja las tres “c” del pensamiento:
 

•    El pensamiento crítico: nos sirve para emitir juicios y está basado en criterios. Dentro de este pensamiento trabajamos habilidades como la conceptualización, la seriación, la agrupación, la clasificación, la relación, la definición, el razonamiento lógico, el hipotético y el práctico,…
•    El pensamiento creativo: nos permite crear alternativas. Para desarrollar este pensamiento trabajaremos la percepción (visión flash/visión zoom), la traducción, la investigación (predecir, formular hipótesis, identificar causas, problematizar), el razonamiento analógico,…
•    El pensamiento cuidadoso: con el que atenderemos tanto al cuidado de los otros  (inteligencia emocional e inteligencia social) como de nuestro propio pensamiento.

Esto trae consecuencias positivas en distintos ámbitos de la persona:
 

Ámbito personal y social:
 

•    El desarrollo de las habilidades sociales, cognitivas, afectivas y comunicativas.
•    Una mayor autoconciencia, por lo tanto, autocontrol de sus propios procesos internos.
•    Mayor flexibilidad mental.
•    La mejora en la valoración y las relaciones tanto uno mismo como con los demás.  
•    El desarrollo personal a través del perfeccionamiento de los procesos del pensar, dialogar y del actuar.  
•    Que  la construcción de su propia identidad sea vea facilitada.
•    Que el propio proyecto vital se clarifique y mejore.
•    Incremento de la coherencia interna.
•    Empoderamiento.  


Ámbito profesional y empresarial:
 

•    Aumento en su proactividad y la consecución de sus fines.
•    Desarrollo de su sentimiento de pertenencia grupal.
•    Potenciación de su compromiso profesional y/o empresarial.
•    Mayor productividad sin destrucción de la persona.
•    Incremento de la capacidad de creación e invención de alternativas coherentes con el contexto.
•    Mejora del talento (saber hacer y querer hacer, es decir, capacidades y compromiso)
 
 

CRITERIOS PARA EVALUAR LA VERDAD (1)

 Fuente: Texto Filosofía 3º Medio Mineduc Santillana 
LECCIÓN: QUË ES LA VERDAD? - ¿Con qué criterios se evalúa la verdad?
Pág. 88 - 89)


Se llama criterio de verdad a aquella característica o procedimiento por el cual podemos distinguir la verdad de la falsedad y estar seguros del valor de un enunciado. El criterio depende de la teoría de la verdad que lo sostiene, es decir, de la explicación a la pregunta sobre qué queremos decir con que algo es verdadero.

Recurso 1:  La verdad es aquello claro y distinto a mi espíritu
 

El método de René Descartes para llegar a la verdad está enfocado exclusivamente en la razón, por lo que deja de lado la idea de correspondencia de Aristóteles. Sé con certeza que soy una cosa que piensa; pero ¿no sé también lo que se requiere para estar cierto de algo? En ese mi primer conocimiento, no hay nada más que una percepción clara y distinta de lo que conozco, la cual no bastaría a asegurarme de su verdad si fuese posible que una cosa concebida tan clara y distintamente resultase falsa. Y por ello me parece poder establecer desde ahora como regla general, que son verdaderas todas las cosas que concebimos muy clara y distintamente.
Descartes, R. Discurso del método (1637)

Recurso 2: La verdad como utilidad 


El pragmatismo acepta la teoría de la correspondencia, pero la interpreta considerando la utilidad de los enunciados para resolver los problemas vitales. William James entiende «adecuación» en el mismo sentido en que decimos «esta moto es adecuada para hacer motocross», es decir, en el sentido de que sirve para un determinado fin, o que funciona de modo conveniente en un cierto contexto, o que es útil para un propósito. Por tanto, entiende la adecuación o correspondencia como adaptación: un enunciado es verdadero si es apto para resolver problemas o para satisfacer necesidades.

La verdad es una propiedad de algunas de nuestras ideas. Significa adecuación con la realidad, así como falsedad significa inadecuación con ella. Tanto el pragmatismo como el intelectualismo aceptan esta definición, y discuten solo cuando surge la cuestión de qué debe entenderse por los términos «adecuación» y «realidad». El pragmatismo, por otra parte, hace su pregunta usual. Admitida como cierta una idea o creencia, ¿qué diferencia concreta se deducirá de ello para la vida real de un individuo? ¿Cómo se realizará la verdad? ¿Qué experiencias serán diferentes de las que se obtendrían si estas creencias fueran falsas? En resumen, ¿cuál es, en términos de experiencia, el valor efectivo de la verdad? En el momento en que el pragmatismo pregunta esta cuestión comprende la respuesta: ideas verdaderas son las que podemos asimilar, hacer válidas, corroborar y verificar; ideas falsas son las que no. Esta es la diferencia práctica que supone para nosotros tener ideas
verdaderas; este es, por lo tanto, el significado de la verdad.
[…] Pero ¿cuál es el significado pragmático de las palabras «verificación» y «validación»? Insistimos otra vez en que significan determinadas consecuencias prácticas de la idea verificada y validada.
James, W. Pragmatismo (1909)


NECESARIO: Según la definición tradicional de Aristóteles, lo que no puede no ser y cuyo opuesto es imposible, es decir, lo que es por necesidad. Más propiamente, un enunciado necesario es aquel que no puede ser falso, o que es verdadero en cualquier caso (necesariamente verdadero). Por ejemplo: «Los triángulos tienen tres ángulos».

CONTINGENTE: Corresponde a lo no necesario, pero que es pudiendo no ser; a veces, lo posible, que puede ser o no ser. Es el enunciado que encierra una verdad posible o una falsedad posible: «mañana habrá o no habrá una batalla naval». Expresa un enunciado que de hecho es verdadero, pero que podría ser falso.


Recurso 3: Verdades necesarias y verdades contingentes


Verdades necesarias y verdades contingentes
Gottfried Leibniz entrega otro método para llegar a la verdad, que involucra no solo la razón, sino también los hechos

Nuestros razonamientos se fundan en dos grandes principios. 

Uno es el de contradicción, en virtud del cual juzgamos falso lo que encierra contradicción, y verdadero lo que es opuesto a, o contradictorio con, lo falso. 

El otro es el de razón suficiente, en virtud del cual consideramos que no puede hallarse ningún hecho verdadero o existente ni ninguna enunciación verdadera sin que exista una razón suficiente para que sea así y no de otro modo, aun cuando esas razones nos puedan resultar, en la mayoría de los casos, desconocidas. 

Hay dos clases de verdades: las de razón y las de hecho. Las verdades de razón son necesarias y su opuesto es imposible; y las de hecho son contingentes y su opuesto es posible. 

Cuando una verdad es necesaria, se puede hallar su razón por medio del análisis, resolviéndola en ideas y verdades más simples hasta llegar a las primitivas. Es de este modo como, entre los matemáticos, los teoremas [...] son reducidos por medio del análisis a las definiciones, axiomas y postulados.
Leibniz, G. Monadología (1720)


Recurso 4: Relaciones de ideas y cuestiones de hecho


Relaciones de ideas Son verdades autoevidentes o demostrables. Estas verdades pueden descubrirse solo mediante las operaciones del pensamiento y no aseveran ni
implican la existencia de aquello sobre lo que tratan. Un ejemplo es el teorema de Euclides

Cuestiones de hecho
Las cuestiones de hecho, a diferencia de las relaciones de ideas, aseveran o implican la existencia de las cosas sobre las que versan; su evidencia es de distinta naturaleza. Por ejemplo, el sol saldrá mañana es una cuestión de hecho cuya evidencia es la experiencia: dado que el sol salió ayer y hoy, entonces puedo afirmar que saldrá mañana. Sin embargo, las cuestiones de hecho no son verdades por definición, y es posible concebir su opuesto (el sol no saldrá mañana) sin caer en contradicción.
Adaptado de Hume, D. Investigación sobre el conocimiento humano (1748)


Actividades:

1 Compara los Recursos 1 y 2 y explica con tus palabras las siguientes relaciones: Verdad = Razón Verdad = Utilidad
2 Relee los Recursos 3 y 4 y explica, mediante un cuadro comparativo, cómo se vinculan:
a. Las verdades necesarias con las relaciones de ideas.
b. Las verdades contingentes con las cuestiones de hecho.
3 A partir de las respuestas anteriores, comenten en un grupo de 3 o 4 compañeros:
a. ¿Qué clase de verdades encuentran de manera más frecuente en su vida diaria: verdades necesarias o contingentes? Den ejemplos concretos.
b. ¿Con qué postura están más de acuerdo: la de Descartes o la de James? Fundamenten sus puntos de vista.

DEL ACCESO A LA VERDAD

Fuente: Texto de Filosofía 3º Medio  Mineduc Santillana 

LECCIÓN: QUË ES LA VERDAD? - ¿Podemos acceder a la verdad?
Pág. 86 - 87)


El origen etimológico de la palabra verdad está en el latín veritas, que proviene a su vez del griego alétheia, que significa «lo que está patente, oculto». La verdad, desde el origen de la palabra, se relaciona con aquello que hay que descubrir. Según Karl Popper, la tarea central de la ciencia y la filosofía es la búsqueda de la verdad. Pero ¿se puede conocer la verdad?, ¿cómo accedemos a ella?


Recurso 1: ¿Podemos conocer la verdad?


Entre las corrientes filosóficas que afirman que existe la verdad y que podemos conocerla, se reconocen posiciones diferentes. Por ejemplo, el dogmatismo y el criticismo.
 

El dogmatismo es una corriente filosófica que confía en la capacidad de las facultades humanas para conocer, especialmente en la razón. Hay dos modalidades: el dogmatismo ingenuo, que es la actitud de quien afirma que conocemos la realidad tal como es y que, de hecho, lo hacemos cotidianamente; y el dogmatismo fanático, que no aporta razones ni argumentos, pero se protege ante toda posible crítica y afirma «su verdad» frente a cualquier objeción o divergencia. Los fanatismos religiosos y políticos son ejemplos de este tipo de dogmatismo. 


El criticismo es una posición intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo (ver Recurso 3). Afirma que es posible alcanzar la verdad, pero considera necesario realizar una crítica (un discernimiento) de las posibilidades de alcanzarla. Hay dos tipos de criticismo:
 

– El criticismo de Kant, que propone realizar una crítica de las facultades de conocimiento para averiguar hasta dónde permiten conocer.
 

– El criticismo del siglo XX, representado, entre otros, por el austriaco Karl Popper y el alemán Hans Albert. Su postura, denominada racionalismo crítico, sostiene que no se puede alcanzar la verdad absoluta, aunque sí aproximarse a ella.

Recurso 2: La vía de la opinión y la vía de la verdad:


Acerca del problema del acceso a la verdad, Parménides, filósofo presocrático, se refiere a la vía de la verdad como opuesta a la doxa u opinión. Platón retomará esta idea para referirse al conocimiento del mundo sensible y al del mundo de las ideas.

Vía de la opinión
La opinión o doxa es una creencia que puede sostenerse más o menos motivadamente, pero que no ofrece pruebas ni garantías de su validez (no está demostrada) y, por lo tanto, puede estar sometida a discusión y a duda. Para Platón, es el tipo de conocimiento inseguro e incierto que corresponde al mundo sensible.
 

Vía de la verdad
Es el camino de la certeza que acompaña a la verdad, y posee las características del verdadero saber. Platón distinguirá entre la episteme (el conocimiento científico) y la noesis (el conocimiento racional del mundo de las ideas en general), que se refieren al mundo de las ideas.
Adaptado de Encyclopaedia Herder (2019)


Recurso 3: La postura escéptica: No podemos acceder a la verdad 


El escepticismo sostiene que la razón humana no puede alcanzar la verdad, pues en cualquier afirmación se pueden detectar aspectos dudosos o poco fundamentados. Por ejemplo, en la frase «Sobre la mesa no hay nada», ¿qué se afirma verdaderamente?, ¿qué es lo que no hay sobre la mesa?, ¿era eso lo que pretendía decir el emisor? Por eso, a los escépticos les parecía que lo más razonable era no tomar ningún partido en una disputa, haciendo lo que ellos denominaron «suspensión del juicio». Pirrón de Elis, filósofo griego del siglo III-IV a. C., es considerado el primer escéptico. Sus ideas se conservaron en la obra de Sexto Empírico, en la que se critica el dogmatismo de, por ejemplo, los seguidores de Aristóteles, quienes «creen haber encontrado la verdad» sobre cosas no manifiestas.
 

En efecto, el que dogmatiza establece como real el asunto sobre el que se dice que dogmatiza, mientras que el escéptico no establece sus expresiones como si fueran
totalmente reales; pues supone que del mismo modo que la expresión «todo es falso» dice que, junto con las otras cosas, también ella es falsa, e igualmente la expresión «nada es verdad»: así también la expresión «ninguna cosa es más» dice que, junto con las otras cosas, tampoco ella es más y por eso se autolimita a sí misma junto con las demás cosas. 

[…] Por lo demás, si el dogmatismo establece como realmente existente aquello que da como dogma, mientras que el escéptico presenta sus expresiones de forma que implícitamente se autolimitan, no se diga que el escéptico dogmatiza en la exposición de ellas. Y lo más importante: en la exposición de esas expresiones dice lo que a él le resulta evidente y expone sin dogmatismos su sentir, sin asegurar nada sobre la realidad exterior.
Empírico, S. Esbozos pirrónicos (siglo II)


Recurso 4 Alicia/Alétheia


Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas es una novela de 1865 escrita por el matemático y lógico inglés Lewis Carroll. La protagonista, Alicia, cuyo nombre proviene de alétheia, descubre un mundo extraño que funciona según reglas muy diferentes a las del mundo que conoce. Luego de perseguir a un conejo blanco por el hueco de una madriguera, Alicia cae por un pozo profundo durante un tiempo que le parece eterno. O el pozo era en verdad profundo, o ella caía muy despacio, porque Alicia, mientras descendía, tuvo tiempo sobrado para mirar a su alrededor y para preguntarse qué iba a suceder después. Primero, intentó mirar hacia abajo y ver a dónde iría a parar, pero estaba todo demasiado oscuro para distinguir nada. Después miró hacia las paredes del pozo y observó que estaban cubiertas de armarios y estantes para libros: aquí y allá vio mapas y cuadros, colgados de clavos. Cogió, a su paso, un jarro de los estantes. Llevaba una etiqueta que decía: «MERMELADA DE NARANJA», pero vio, con desencanto, que estaba vacío.
Carroll, L. Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (1865)


Actividades:


Compara la postura del dogmatismo (Recurso 1) con el escepticismo (Recurso 3). ¿Qué riesgos implica cada una de ellas? Considera las características del dogmatismo fanático y la siguiente idea de Sexto Empírico: «el escéptico no asegura nada sobre la realidad exterior».
2 En parejas, reflexionen a partir del Recurso 2. ¿En qué se diferencian la vía de la opinión y la vía de la verdad? ¿Son ambas vías de acceso a la verdad? Argumenten.

3 En relación con el Recurso 4, ¿por qué crees que la protagonista del libro se llama Alicia?
4 Comenta con tu compañero con qué postura te identificas más: con las corrientes que afirman que se puede acceder a la verdad o con la postura escéptica. Entrega al menos una razón.
5 A partir de su origen etimológico, la verdad es algo que se debe buscar y descubrir. ¿Qué crees que pasaría si no existiera la verdad? ¿Qué importancia tiene la verdad en tu vida? Explica

¿QUÉ CONOCEMOS Y CÓMO CONOCEMOS?

Fuente: Texto de Filosofía 3º Medio Mineduc - Santillana
LECCIÓN: 3 - ¿Qué conocemos y cómo conocemos?
Motivación a la Unidad  
Pág. 84

¿Qué conocemos y cómo conocemos?


Recurso 1:

Todas las ideas vienen de la sensación o de la reflexión. Supongamos, entonces, que la mente sea, como se dice, un papel en blanco, limpio de toda inscripción,
sin ninguna idea. ¿Cómo llega a tenerlas? ¿De dónde se hace la mente con ese prodigioso cúmulo, que la activa e ilimitada imaginación del hombre ha pintado en ella, en una variedad casi infinita? ¿De dónde saca todo ese material de la razón y del conocimiento?
Locke, J. Ensayo sobre el entendimiento humano (1690)

En esta unidad te aproximarás al problema del conocimiento y de la verdad, revisando algunas de las principales teorías epistemológicas. Junto con ello, reflexionarás a partir de preguntas sobre el conocimiento, la ciencia y la verdad relacionadas con tu entorno.


Nos preguntaremos:
● ¿Qué es la verdad?, ¿podemos acceder a ella?
● ¿Con qué criterios se evalúa la verdad?
● ¿Cómo conocemos los seres humanos?
● ¿Cuáles son los métodos de las ciencias?

Reflexiona acerca de las preguntas que hace Locke en el Recurso 1 e inventa una que apoye las ideas del autor. Coméntala con un compañero.

Recurso 3: ¿Qué es la epistemología? [Pág 85]


La epistemología, o la teoría del conocimiento, está influenciada por dos preguntas principales: i) ¿Qué es el conocimiento?; ii) ¿Qué podemos conocer? Si pensamos que
podemos conocer algo, como casi todo el mundo, entonces surge una tercera pregunta: ¿Cómo sabemos que conocemos? La mayor parte de lo que ha sido escrito en epistemología trata con alguna de estas tres preguntas.
Greco, J. En The Blackwell Guide to Epistemology (1999)


¿QUÉ ES LA VERDAD?


El objetivo del conocimiento es obtener resultados verdaderos. Ahora bien, es problemático determinar si se puede estar seguro de que algo es verdadero, cuál es el criterio que se utiliza para decir que algo es verdadero y qué es la verdad. En esta lección conocerás diferentes respuestas que se han dado a estas preguntas en distintas etapas de la historia del pensamiento.

Recurso 1 Conocimiento como creencia verdadera justificada


Platón planteó, en el siglo IV a. C., una definición del conocimiento que ha trascendido hasta nuestros días. A partir de esta definición, surge el problema de la verdad: si el conocimiento corresponde a una «creencia verdadera justificada», ¿qué hace que una creencia sea verdadera? Y ¿en qué consiste la justificación de esa creencia verdadera? 


Teeteto –Estoy pensando ahora, Sócrates, en algo que le oí decir a una persona y que se me había olvidado. Afirmaba que la opinión verdadera acompañada de una explicación es saber y que la opinión que carece de explicación queda fuera del saber. […]
 

Sócrates –De manera que cuando uno adquiere acerca de algo una opinión verdadera, el alma alcanza la verdad sobre el punto de que se trate, pero no llega al conocimiento del mismo. Efectivamente, quien no puede dar y recibir una explicación de algo carece de saber respecto de ello. Sin embargo, si alcanza una explicación, todo esto le es posible hasta lograr la plena posesión del saber.
 

Platón. Teeteto, 201c-201d y 202b-202c (siglo IV a. C.)


Recurso 2 ¿Cómo definir la verdad?
 

El Diccionario de la lengua española consigna las siguientes acepciones de la palabra verdad:
Real Academia Española. En dle.rae.es

verdad: Del lat. verĭtas, -ātis.

1. f. Conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente.
2. f. Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa.
3. f. Propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna.
4. f. Juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
5. f. Cualidad de veraz.
6. f. Expresión clara, sin rebozo ni lisonja, con que a alguien se le corrige o reprende. U. m. en pl. Cayetano le dijo dos verdades.
7. f. realidad (II existencia real de algo).


Recurso 3 La verdad como correspondencia


Una de las primeras y más fundamentales definiciones de verdad es la de Aristóteles, quien plantea la idea de correspondencia: la verdad se entiende como una relación especial de «ajuste» entre lo que es (el objeto) y el decir (el sujeto y su representación del objeto). Este es el concepto espontáneo de la verdad: la concordancia entre lo que se dice de algo y lo que ese algo es.

Pero tampoco entre los términos de la contradicción cabe que haya nada, sino que es necesario o bien afirmar o bien negar, de un solo sujeto, uno cualquiera. Y esto es
evidente, en primer lugar, para quienes han definido qué es lo verdadero y lo falso. Decir, en efecto, que el Ente no es o que el No-ente es, es falso, y decir que el Ente es y que el No-ente no es, es verdadero; de suerte que también el que dice que algo es o que no es, dirá verdad o mentira. Pero ni se dice que el Ente no es o que es, ni que el No-ente es o que no es.

Aristóteles. Metafísica, IV, 7 (siglo IV a. C.)


Recurso 4: La verosimilitud


En el siglo XX, Karl Popper propuso el concepto de verosimilitud, según el cual las teorías científicas pueden corresponderse en distintos grados con la realidad y, por lo tanto, están más o menos cerca de la verdad.
Desde la perspectiva de Popper, es más relevante el contenido informativo de una teoría, las ideas novedosas que descubre o propone, que su grado de aproximación a la verdad.
Es muy importante hacer conjeturas que resulten teorías verdaderas, pero la verdad no es la única propiedad importante de nuestras conjeturas teóricas, puesto que no estamos especialmente interesados en proponer trivialidades o tautologías. «Todas las mesas son mesas» es ciertamente verdad —más ciertamente verdadero que las teorías de la gravitación universal de Einstein y Newton—, pero carece de interés intelectual: no es lo que andamos buscando en la ciencia. [...]
En otras palabras, no solo buscamos la verdad, vamos tras la verdad interesante e iluminadora, tras teorías que ofrezcan solución a problemas interesantes. Si es
posible, vamos tras teorías profundas.
[...] Aunque sea verdad que dos por dos son cuatro, no constituye «una buena aproximación a la verdad» en el sentido aquí empleado, porque suministra demasiada poca verdad como para constituir, no ya el objeto de la ciencia, sino ni siquiera una parte suya importante. La teoría de Newton es una «aproximación a la verdad» mucho
mejor, aun cuando sea falsa (como probablemente sea), por la tremenda cantidad de consecuencias verdaderas interesantes e informativas que contiene: su contenido de verdad es muy grande. Popper, K. Conocimiento objetivo (1974)

Recurso 5


En 2006 la Unión Astronómica Internacional, formada por expertos astrofísicos, acordó, tras un diálogo argumentativo, que Plutón no es un planeta. Con ello, estaban acordando que este enunciado debía ser considerado verdadero hasta que no se tengan pruebas para desmentirlo.

Actividades:


1 Relee los Recursos 1, 2 y 3. Luego, responde:
a. ¿Con qué acepción de la palabra verdad podrías asociar la definición de conocimiento que propone Platón?
b. Relaciona la definición de verdad de Aristóteles con al menos una acepción de la palabra verdad. Fundamenta tu respuesta.
2 Con tu compañero, relean el Recurso 3 y expliquen con sus palabras qué es una contradicción. Den un ejemplo a partir de alguna situación que hayan vivido.
3 Relaciona las siguientes citas de Aristóteles y Popper:
• «decir que el Ente es y que el No-ente no es, es verdadero».
• «“Todas las mesas son mesas” es ciertamente verdad […] pero carece de interés intelectual: no es lo que andamos buscando en la ciencia».
A partir de las citas, explica en qué se diferencian las perspectivas de Aristóteles y Popper respecto de la verdad.
4 Analiza el caso de Plutón desde la perspectiva que plantea Popper en el Recurso 4. Reflexiona sobre la siguiente
pregunta:
• El enunciado «Plutón no es un planeta», ¿es verdadero o es verosímil? Fundamenta.

UNA MIRADA A AL LÓGICA COMO HERRAMIENTA

Fuente: Texto Filosofía Mineduc - Santillana 3º Medio
LECCIÓN: 2 - ¿Qué necesito para filosofar? Las herramientas de la filosofía
Págs. 28-29

1. La lógica, instrumento de la filosofía


La mente humana conoce la realidad de dos modos: de un modo intuitivo, por el que el entendimiento capta directamente las cosas, sin necesidad de razonar por pasos. Así, por ejemplo, intuimos los primeros principios, como el principio de identidad: Toda cosa es igual a sí misma. De un modo discursivo, por el que la razón humana avanza progresivamente, paso a paso hacia la verdad. Por ejemplo, conocemos de modo discursivo cuando hacemos el siguiente razonamiento: Si A = B y A = C → B = C (dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí).
 

Para conocer de modo intuitivo, el entendimiento no necesita la lógica, ya que obtiene la «visión» inmediata de una verdad. La lógica se hace necesaria para conocer de modo discursivo porque, mediante un conjunto de reglas, ayuda a la razón a proceder con orden, con facilidad y sin error en su camino hacia la consecución de la verdad no evidente por sí misma. Una de las herramientas más importantes de la filosofía es, por ello, la lógica.
Las características de la lógica y sus herramientas se aplican en el diálogo argumentativo, tema que revisarás en esta lección


Recurso 1 La lógica y la razón humana


Todos tenemos una capacidad natural para deducir o inferir unas verdades de otras. Por ejemplo, si tenemos sed y vemos una botella con agua, decimos: «Hay agua en la botella. Voy a beber un vaso de agua». En cambio, si alguien dijera: «La botella está vacía, voy a beber un vaso…» dudaríamos de que estuviera en su sano juicio.
 

Argumentar o razonar correctamente es una habilidad que suele llamarse «lógica como arte». Y el estudio de los principios y reglas que rigen el razonamiento válido es la «lógica como ciencia». En esta última podemos distinguir dos enfoques:
• La lógica formal, que estudia la estructura de los argumentos prescindiendo de los contenidos concretos a los que se refieren.
• La lógica informal, que estudia los modos correctos de argumentar atendiendo a los distintos contextos de diálogo y a las cuestiones tratadas
en ellos.

La lógica formal considera sobre todo la dimensión sintáctica de nuestros razonamientos, pero dando por supuesto que también tienen una dimensión semántica y pragmática.
 

La lógica informal se centra especialmente en la dimensión pragmática de los razonamientos, pero dando por supuesto que tienen también una estructura sintáctica y semántica.


Recurso 2 Lógica como teoría formal de la inferencia

 

La lógica se ocupa de las reglas del razonamiento válido, sin considerar la naturaleza de los objetos sobre los que razona. Dicho de otra manera, es una ciencia formal, pues trata de la forma de los razonamientos y no de la materia a la que estos se refieren.
 

La noción de «forma de un razonamiento» —que sería algo así como su «perfil»— puede ilustrarse por analogía con las formas poéticas o las formas musicales. La misma relación habría entre una forma de razonamiento, por una parte, y, por otra parte, los infinitos razonamientos distintos —distintos por su contenido— que podrían hacerse con esa forma, que entre el soneto, por ejemplo, y los infinitos poemas —elegíacos, satíricos, de amor, etc.— escritos en forma de soneto, o que entre la forma sonata y las diferentes sonatas que nos es dado escuchar.
 

A la lógica le importa únicamente la forma de los razonamientos. La lógica es lógica formal, ciencia de las formas o esquemas válidos de razonamiento.
¿A qué llamamos una forma válida de razonamiento?
 

A un esquema de inferencia tal que, dado cualquier razonamiento que podamos hacer interpretando las variables de ese esquema, si las premisas del razonamiento son
verdaderas, entonces la conclusión será necesariamente verdadera también.
Deaño, A. Introducción a la lógica formal (1975)


Dimensión sintáctica

Se refiere al modo en que se combinan las oraciones en un razonamiento.

Dimensión semántica

Corresponde al significado de las oraciones que componen un razonamiento.

Dimensión pragmática

Se refiere al uso de los razonamientos en contextos reales de comunicación
 

Recurso 3 Razonamiento lógico: verdad y validez

Todo razonamiento consta de cierto número de oraciones, colocadas de tal modo que podamos decir que una de ellas, a la que llamamos conclusión, se sigue o se deriva
lógicamente de las demás, a las que denominamos premisas. Todas ellas son proposiciones, esto es, oraciones enunciativas que son o verdaderas o falsas.
 

No es lo mismo verdad que validez lógica. La verdad o falsedad de una inferencia o de un razonamiento depende de que el significado atribuido a los símbolos lógicos esté o no de acuerdo con la realidad significada. 

Un razonamiento es válido si la conclusión se sigue lógicamente de las premisas. 

Un razonamiento es inválido cuando la conclusión no se sigue de las premisas.

Veamos dos ejemplos:

(1) Si Platón fue un gran filósofo, entonces fue un gran gobernante.
Platón fue un gran filósofo. Por consiguiente, Platón fue un gran gobernante.
Este razonamiento es válido, pues la conclusión se sigue de las premisas, a pesar de que la primera premisa y la conclusión sean falsas.

(2) Algunas alumnas son bromistas.
Algunas deportistas son alumnas.
Por consiguiente, algunas
deportistas son bromistas.

Este razonamiento es inválido, a pesar de que la conclusión sea verdadera, pues la conclusión no se sigue de las premisas.

La forma de un razonamiento puede ser representada de varias maneras.
Por ejemplo, sustituyendo algunos términos por letras; así, los ejemplos
(1) y (2) tienen la forma de (3) y de (4):
(3) Si A, entonces B.
Es el caso que A.
Por consiguiente, B.

(Siendo A = Platón fue un gran filósofo y B = Platón fue un gran gobernante).
(4) Algunos T son C.
Algunos D son T.
Por consiguiente, algunos D son C.

(Siendo T = alumnos, D = deportistas y C = bromistas).

(3) puede servir para representar la forma, el esquema, de todos los razonamientos que compartan la estructura de nuestro ejemplo (1), y lo mismo ocurre con (4) respecto a (2)

Hemos de insistir en que un razonamiento puede ser válido, aunque su conclusión sea falsa, y otro puede ser inválido, pese a que su conclusión sea verdadera.
 

Esto es así porque la validez lógica depende únicamente de la relación entre los valores de verdad de las premisas y los de la conclusión: un razonamiento es válido cuando, supuesta la verdad de las premisas, aunque de hecho no sean verdaderas, la conclusión no puede ser más que verdadera, aunque de hecho no lo sea.
 

En otras palabras, no es posible que un razonamiento sea válido si a partir de premisas verdaderas se obtiene una conclusión falsa.


Recurso 4 Tipos de inferencias lógicas

 Cuando la inferencia o razonamiento se hace partiendo de proposiciones sensibles y particulares a otras inteligibles y más universales, se llama inferencia inductiva. Cuando se hace partiendo de proposiciones más universales para llegar a una conclusión menos universal, es una inferencia deductiva.

Inferencia inductiva

El ser humano, el caballo, el mulo, etc.
son longevos.
El ser humano, el caballo, el mulo, etc.
son mamíferos.
Luego, algunos mamíferos son
longevos.

Las plantas y los animales son seres vivos.
Las plantas y los animales mueren.
Luego, los seres vivos mueren.

Inferencia deductiva

Todo animal respira.
Todo ser humano es animal.
Luego, todo ser humano respira.


Todo ser humano es animal racional.
Mabel es ser humano.
Luego, Mabel es animal racional.

Actividad:

En grupos, elaboren un mapa conceptual, un esquema o una infografía para explicar los siguientes conceptos: lógica como ciencia formal, proposición, premisa, conclusión, verdad, validez, inferencia
deductiva e inductiva.

Herramientas claves del pensar filosófico: abstracción, idealización y contradicción

 Fuente: Texto mineduc - santillana Filosofía 3º Medio
LECCIÓN: 2 - ¿Qué necesito para filosofar? Las herramientas de la filosofía
Págs. 27 y 28



Herramientas claves del pensar filosófico: abstracción, idealización y contradicción

Recurso 2 - Abstracción

Es la capacidad de poner las cosas en términos generales para pensar en los principios y fundamentos de los fenómenos: sabemos que existen, por ejemplo, acciones
justas. Pero ¿existe la justicia?, ¿qué características debe tener?
—Pues bien; el que cree que hay cosas bellas, pero no cree en la Belleza en sí ni es capaz de seguir al que conduce hacia su conocimiento, ¿te parece que vive
soñando, o despierto? Examina. ¿No consiste el soñar en que, ya sea mientras se duerme o bien cuando se ha despertado, se toma lo semejante a algo, no por semejante, sino como aquello a lo cual se asemeja?
—En efecto, yo diría que soñar es algo de esa índole.
—Veamos ahora el caso contrario: aquel que estima que hay algo Bello en sí, y es capaz de mirarlo tanto como las cosas que participan de él, sin confundirlo con las cosas que participan de él, ni a él por estas cosas participantes, ¿te parece que vive despierto o soñando?
—Despierto, con mucho. —¿No denominaremos correctamente al pensamiento de este, en cuanto conoce, «conocimiento», mientras al del otro, en cuanto opina, «opinión»?
—Completamente de acuerdo.
Platón. República (380 a. C.)

Recurso 3 Idealización


Para ver un problema en términos claros a veces se plantean dilemas que dejan de lado detalles de la realidad o la vida práctica para mostrar los puntos sensibles de
la discusión. Así, por ejemplo, ese barco de Teseo, en relación con la diferencia debida a la reparación continua al sacar los viejos tablones y poner los nuevos, por la cual los sofistas de Atenas solían disputar si después de cambiar todas las tablas era el mismo barco numérico que al principio. Si algún hombre hubiera guardado
los viejos tablones que fueron quitados y los pusiera después en el mismo orden, se habría construido de nuevo un buque de ellos. Ese, sin duda, también habría sido el mismo barco numérico que era al principio, y así habría dos naves numéricamente idénticas, lo cual es absurdo.
Hobbes, T. Tratado sobre el cuerpo (1655)

Recurso 4 Contradicción


Una manera típica de plantear que una respuesta no puede ser correcta es mostrando que es contradictoria. A lo largo de todas las épocas se ha hecho uso de esta herramienta para alcanzar verdades o refutar a otros. Un ejemplo es el argumento de Parménides en contra de la existencia del cambio. En relación con el problema de si existe un elemento común a todo lo existente, Parménides pensaba que aquel era el Ser, del que todo formaba parte y fuera del cual no había nada más: «El Ser es y el No-Ser no es». Para Parménides, la verdadera realidad consistía en este Ser único, eterno, inmóvil e inmutable, que no fluye ni cambia en absoluto. 

 
Si el cambio existe, postula Parménides, entonces algo que no existía comienza a existir. Por ejemplo, existía la semilla y luego de un tiempo empieza a existir el árbol. Y si algo que no existía comienza a existir, entonces existe el pasado, el presente y el futuro. Pero nadie tiene experiencia del pasado ni del futuro (siempre vivimos en el presente). Por lo tanto, solo el presente existe. Y si solo el presente existe, no ocurre que existe el pasado, el presente y el futuro, ya que sería una contradicción. Por lo tanto, no existe el cambio. Alguien podría argumentar que es imposible armar el barco con piezas viejas, ya que estarían rotas o es imposible ponerlas en el mismo orden. Esa clase de detalles se dejan de lado para plantear el problema fundamental de manera clara, es decir, concentrarnos en el problema de la identidad.



UNA DIVERSIDAD DE MANERAS DE PENSAR

Fuente: Texto mineduc - santillana Filosofía 3º Medio
LECCIÓN: 1 - Todas las personas pueden filosofar
Págs. 20 y 21



Una diversidad de posibilidades de pensar


Las preguntas y sus respuestas se vinculan con lo que se entiende por filosofía y con el enfoque que adopta cada filósofo en su contexto histórico cultural. No obstante, en un mismo contexto cultural también conviven múltiples perspectivas filosóficas.



Recurso 1 Algunas perspectivas a lo largo de la historia

 

El siguiente recurso no es una revisión exhaustiva de las perspectivas filosóficas, sino que muestra su diversidad mediante una selección de filósofos y corrientes filosóficas.


Para Sant
o Tomás (1225-1274), la filosofía es el saber de la naturaleza y de su última causa, que es Dios. Es un saber que se obtiene mediante la razón y no mediante la revelación, por lo que se distingue de la teología.

Para Descartes (1596-1650) y los racionalistas, la filosofía es el estudio de la sabiduría tratando de conocer las primeras causas de las cosas. Ha de partir de principios evidentes y, con un método matemático, ha de construir un sistema de verdades que, a la vez, nos den información sobre la realidad.

Para Hume (1711-1776) y los empiristas, la filosofía se ocupa de analizar las condiciones del conocimiento humano. Ha de seguir el método de las ciencias experimentales, ya que no hay verdadero conocimiento si no se apoya en los sentidos.

Para Kant (1724-1804), la filosofía no es la ciencia de Dios o del mundo, sino una teoría sobre las condiciones que hacen posible el saber mismo. Ni Dios ni el mundo ni el alma pueden ser objeto de un conocimiento científico, o a posteriori, aunque sí de un conocimiento cierto a priori (de la razón).

Para Hegel (1770-1831), la filosofía es la autorreflexión del espíritu sobre sí mismo. Habla de un Espíritu Absoluto (todo lo existente) como fundamento de la existencia, en el que se interrelacionan el ser y el pensamiento.

Para Comte (1798-1857), la filosofía es el conocimiento científico del universo como fenómeno constatable en sus aspectos más generales. Es un saber supremo que hace posible la vida social en una determinada época. Pero desaparece al llegar al estado científico en el que la ciencia desplaza a la filosofía.

Para Marx (1818-1883), la filosofía, exclusivamente como saber teórico, aliena al ser humano. La filosofía es un saber práctico que se funda en la vida. Y es un saber dialéctico que expresa las contradicciones de la sociedad y del conjunto de los sistemas filosóficos. A la filosofía como praxis le compete analizar el devenir y
acelerar la revolución social.

Para Dilthey (1833-1911), la filosofía surge de la vida, por la necesidad vital que tenemos de unificar los fenómenos. La filosofía, como la vida, es irracional. Jamás llegamos a las raíces de un sistema filosófico por puro razonamiento. Las diferentes concepciones del mundo de los distintos filósofos no son fruto de razonamiento,
sino del carácter de los filósofos. La filosofía se funda en la historia y en la psicología.

Para Wittgenstein (1889-1951), la filosofía tiene la función de clarificar el lenguaje, con lo que se consigue la eliminación de muchos problemas tradicionales de la filosofía, y especialmente de la metafísica. Desde su perspectiva, los límites de nuestro lenguaje expresan los límites de nuestro mundo.

Hannah Arendt (1906-1974), filósofa de la historia y la política, plantea una filosofía del comienzo (de natalidad), cuyo centro es el ser humano que viene al mundo a iniciar algo nuevo, expresión máxima de su libertad como atributo esencial. Dicha libertad requiere, para expresarse plenamente, un mundo políticamente organizado.



Recurso 2 Diversidad de perspectivas frente a una misma pregunta


¿Es posible encontrar la verdad? Filósofos de diversas corrientes y perspectivas filosóficas han hecho intentos para definir, explicar y comprender qué es la verdad. A continuación, se sintetizan las teorías de la verdad más significativas.


La verdad como correspondencia o adecuación
Aristóteles, siglo IV a. C.

Esta teoría nos proporciona la estructura básica de la verdad. Los elementos que intervienen en el acto de conocer son el objeto y el sujeto y su representación del objeto. La verdad es la correspondencia o adecuación entre estos dos elementos: la concordancia entre lo que se dice de algo y lo que ese algo es.


La verdad como coherencia
Hegel (1770-1831)


En esta teoría, el criterio de verdad es la coherencia de la proposición, cuya verdad depende de su posible o imposible incorporación al conjunto de proposiciones que tenemos ya por verdaderas: cualquier nuevo conocimiento debe efectuarse desde el sistema de conocimientos que ya poseíamos. Se trata, por tanto, de un criterio
contextual.


Teoría consensual de la verdad
Peirce, Apel y Habermas

Esta teoría destaca la necesidad del diálogo como marco para ir descubriendo cooperativamente la verdad de las proposiciones. En realidad, cuando decimos que algo es verdadero estamos dando a entender que creemos tener razones suficientes para convencer a otros interlocutores de la verdad de la proposición, siempre que
podamos dialogar libremente sobre ello, sin presiones externas a la búsqueda misma de la verdad.


Teoría pragmatista de la verdad
William James (1842-1910)

El pragmatismo acepta la teoría de la adecuación, pero la interpreta tomando en consideración la utilidad de los enunciados para resolver los problemas vitales. James entiende «adecuación» como adaptación: un enunciado es verdadero si es apto para resolver problemas o para satisfacer necesidades.

UNA MIRADA A LAS CARACTERÍSTICAS DE LA RESPUESTA FILOSÓFICA

Fuente:  Texto Mineduc - Santillana Filosofía, 3º Medio
LECCIÓN: 1 - Todas las personas pueden filosofar
Págs. 17 y 18



¿Cuántas respuestas posibles hay y qué caracteriza a una respuesta filosófica?


Los caminos para plantear respuestas filosóficas son variados; sin embargo, todas las perspectivas tienen algo en común: la sospecha ante los supuestos, propia de la actitud filosófica. Como afirma Diderot: «El escepticismo es el primer paso hacia la verdad» (Pensamientos filosóficos, 1746).
Algunos filósofos han plasmado sus respuestas en tratados técnicos y rigurosos; otros han intentado eliminar del lenguaje filosófico todo concepto ambiguo, utilizando las herramientas de la lógica matemática para proceder filosóficamente, mientras hay quienes eligen el uso de la intuición como guía de la reflexión. A pesar de la diversidad, en las variadas perspectivas se reconocen elementos característicos del saber filosófico:

a. Mostrar conexiones: consiste en descubrir parecidos, causas y efectos, y relaciones de dependencia entre varias afirmaciones con el fin de comprender la concepción del mundo en la que se inscriben.

b. Clarificar conceptos: implica clasificar, ordenar y matizar para despejar malentendidos y comprender mejor un asunto que inicialmente parecía confuso.

c. Descubrir supuestos: significa poner de manifiesto lo que está implícito en las afirmaciones sobre un tema para mostrar sus posibles contradicciones o descubrir implicaciones novedosas.

d. Pensar radicalmente: consiste en investigar un asunto desde sus raíces y fundamentos.


Recurso 1
Búsqueda sin supuestos


Hegel caracteriza a la filosofía como un saber que busca explicitar toda razón, toda producción de supuestos.
La filosofía carece de la ventaja, que favorece a las otras ciencias, de poder suponer sus objetos como inmediatamente ofrecidos por la representación y [de poder suponer] como ya aceptado el método de conocimiento para empezar y proseguir [su discurso].
Hegel, G. Enciclopedia de las ciencias filosóficas en compendio (1830)


Recurso 2
El filósofo como recién nacido


Carla Cordua, filósofa chilena, caracteriza la duda filosófica, que tiene como objetivo poner en entredicho los supuestos sobre los cuales existimos:
El filósofo, en cuanto verdadero pensador independiente y dispuesto a todo, hace lo que recomendaba Kant: se atreve a pensar. Por lo tanto, para empezar no será ni cristiano ni budista, ni de derecha ni de izquierda. Como se atreve a pensar de veras tratará de llegar al fondo y de mantenerse en el subsuelo de las evidencias
circulantes. Por lo tanto, tampoco podrá ser o policía o bombero, ya que logrará convertirse, hasta cierto punto, en un recién nacido.
Cordua, C. De todas layas (2019).


Recurso 3

La experiencia, fundamento de las ciencias

 
El empirismo sostiene que el origen y el valor de nuestros conocimientos dependen de la experiencia sensible y, por tanto, se sirve del método inductivo en la investigación (generalizar a partir de casos particulares). Desde esta perspectiva, la tarea de la filosofía es explicar todos nuestros conocimientos refiriéndolos a su origen; para ello, se estudia el funcionamiento de la mente, de los sentimientos y las costumbres, en definitiva, la «naturaleza humana». No hay problema de importancia cuya decisión no esté comprendida en la ciencia del hombre y nada puede decidirse con certeza antes de que nos hayamos familiarizado con dicha ciencia. Por eso, al intentar explicar los principios de la naturaleza humana proponemos, de hecho, un sistema completo de las ciencias, edificado sobre un fundamento casi enteramente nuevo, y el único sobre el que las ciencias pueden basarse con seguridad. Y como la ciencia del hombre es la única fundamentación sólida de todas las demás, es claro que la única fundamentación sólida que podemos dar a esa misma ciencia deberá estar en la experiencia y la observación.
Hume, D. Tratado de la naturaleza humana (1738-1740).


Recurso 4 La relevancia de la perspectiva


El filósofo español José Ortega y Gasset plantea que la perspectiva con que se observa la realidad es parte constitutiva de ella:

El mundo exterior no existe sin mi pensarlo, pero el mundo exterior no es mi pensamiento, yo no soy teatro ni mundo —soy frente a este teatro, soy con el mundo—, somos el mundo y yo. Y generalizando, diremos: el mundo no es una realidad subsistente en sí con independencia de mí, sino que es lo que es para mí o ante mí y, por lo pronto, nada más. [...] Necesitamos, pues, corregir el punto de partida de la filosofía. El dato radical del universo no es simplemente: el pensamiento existe o yo pensante existo —sino que si existe el pensamiento existen, ipso facto, yo que pienso y el mundo en que pienso— y existe el uno con el otro, sin posible separación. Pero ni yo soy un ser sustancial ni el mundo tampoco, sino ambos somos en activa correlación: yo soy el que ve el mundo y el mundo es lo visto por mí. Yo soy para el mundo y el mundo es para mí. Si no hay cosas que ver, pensar e imaginar, yo no vería, pensaría o imaginaría —es decir, yo no sería…
Ortega y Gasset, J. ¿Qué es filosofía? (1957).


Recurso 5 La prioridad de la razón


En relación con el conocimiento, el racionalismo afirma la primacía de la razón sobre la experiencia.


La razón se constituye en fuente y criterio de dicho conocimiento, aunque pueda tener también en cuenta lo dado a los sentidos. Los principios del conocimiento son las verdades de razón, que juzgan de lo verdadero y conveniente, y nos infunden certeza sobre nuestros conocimientos.


El primero de los preceptos consistía en no recibir como verdadero lo que con toda evidencia no reconociese como tal, evitando cuidadosamente la precipitación y los prejuicios, y no aceptando como cierto sino lo presente a mi espíritu de manera tan clara y distinta que acerca de su certeza no pudiera caber la menor duda. [...] no debemos dejarnos persuadir nunca sino por la evidencia de la razón. Y nótese bien que digo de la razón, no de la imaginación ni de los sentidos; como asimismo, porque veamos el Sol muy claramente, no debemos por ello juzgar que sea del tamaño que lo vemos; y muy bien podemos imaginar distintamente una cabeza de león pegada al cuerpo de una cabra, sin que por eso haya de concluir que en el mundo existe la quimera.
Descartes, R. Discurso del método (1637)

Actividades:


1 ¿Por qué será necesaria la duda en filosofía?
Explica, a partir de los Recursos 1 y 2, la actitud del filósofo como «recién nacido».
2 Toma una postura respecto de la perspectiva empirista y la racionalista. ¿Con cuál estás de acuerdo y por qué? Entrega al menos dos razones.
3 Asocia los elementos característicos del saber filosófico con los recursos que se indican en el siguiente esquema. Explica cómo se refleja cada uno en el fragmento correspondiente:
4 Haz una breve investigación acerca del pensamiento de David Hume y explica por qué es considerado como el impulsor del nuevo escepticismo en el período moderno.
5 En parejas, conversen: ¿de qué manera las distintas perspectivas pueden ayudarles a responder las preguntas filosóficas que los inquietan en el presente?
Pensar radicalmente Clarificar conceptos Descubrir supuestos Mostrar conexiones
Recurso 2 Recurso 5 Recurso 4 Recurso 3


CUANDO LOS FILÓSOFOS PREGUNTAN

Fuente: Texto de filosofía Mineduc - Santillana 3º Medio

LECCIÓN: 1 - Todas las personas pueden filosofar
Págs. 14 y 15

1. ¿Qué se han preguntado los filósofos?

El surgimiento de la filosofía occidental suele relacionarse con un cambio en la forma de explicar los fenómenos cotidianos: el paso del mito al logos. Mythos y lógos son expresiones griegas que pueden traducirse como «palabra». 


Sin embargo, la palabra entendida como mythos se refiere a narraciones sagradas que intentan explicar el origen y la regularidad del cosmos recurriendo a fuerzas
sobrehumanas, como dioses o poderes cósmicos personificados. En cambio, la palabra entendida como lógos se convertirá en instrumento de indagación de la verdad, y también de debate y deliberación pública, que trata de convencer argumentando y fomentando la capacidad crítica de la razón.  


Aristóteles planteaba ya en el siglo IV a. C. que «los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio, admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a las estrellas, y el principio del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. […] De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad o afán práctico. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a esta como la única ciencia libre, pues esta sola es para sí misma» (Metafísica, I, 2, 982b).  


Las preguntas que se hacen los filósofos son preguntas «radicales», pues apuntan «a la raíz» de aquello que ponen en cuestionamiento. El sentido de la vida, la
existencia de Dios, la realidad, la naturaleza humana, la libertad, el bien, la belleza, la justicia, entre muchos otros, son temas que han inquietado a los filósofos a lo largo de la historia. En las páginas 12 a 15 se presentan algunas preguntas filosóficas relacionadas con estos temas.

Recurso 1
¿La vida tiene sentido?


Una pregunta esencial de la filosofía es sobre el sentido de la existencia.
Existe un solo problema filosófico verdaderamente serio: juzgar si la vida merece o no ser vivida.
Lo demás, por ejemplo, si el mundo tiene tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o doce categorías, son cuestiones secundarias. Son un juego.
Antes hay que responder… Yo nunca he visto morir a un hombre por defender el argumento ontológico.
Galileo, a pesar de que había descubierto una verdad importante, abjuró de ella muy fácilmente apenas vio en peligro su vida. En cierto sentido, hizo bien.
[…] Pero veo, por el contrario, que muchas personas mueren porque juzgan que la vida no es ya digna de ser vivida. Y, paradójicamente, veo a otros que se
hacen matar por ciertas ideas —o ilusiones— que constituyen su razón de vivir (lo que se llama una razón para vivir constituye, al mismo tiempo, una
óptima razón para morir). Por tanto, pienso que el sentido de la vida es la cuestión más urgente.
Camus, A. El mito de Sísifo (1942)

Recurso 2

¿La vida, tiene sentido?


En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo. Dichas tareas y, consecuentemente, el significado de la vida difieren de un ser humano a otro, de un momento a otro, de modo que resulta completamente imposible definir el significado de la vida en términos generales.
Nunca se podrá dar respuesta a las preguntas relativas al sentido de la vida con argumentos especiosos.
«Vida» no significa algo vago, sino algo muy real y concreto, que configura el destino de cada ser humano, distinto y único en cada caso. Ningún ser humano ni ningún destino pueden compararse a otro ser humano o a otro destino. Ninguna situación se repite y cada una exige una respuesta distinta; unas veces la situación en que un ser humano se encuentra puede exigirle que emprenda algún tipo de acción; otras, puede resultar más ventajoso aprovecharla para meditar y sacar las consecuencias pertinentes.
Frankl, V. El hombre en busca de sentido (1946)


Recurso 3

¿Existe Dios?

Las preguntas filosóficas asociadas con la existencia de Dios se relacionan con distintas temáticas. Una de ellas es la pregunta por el mal, como se aprecia en el siguiente dilema planteado por Epicuro:
O Dios quiere quitar el mal del mundo, pero no puede; o puede, pero no quiere; o puede y quiere. Si quiere y no puede, es impotente. Si puede y no quiere, no nos ama. Si no quiere ni puede, no es el Dios bueno y, además, es impotente. Si puede y quiere —y esto es lo más seguro— entonces, ¿de dónde viene el mal real y por qué no lo
elimina?
Epicuro, siglo III a. C.



Recurso 4

¿Qué es lo real?


La pregunta por lo real es un tema central de la filosofía. Bertrand Russell se pregunta si hay algún conocimiento tan cierto que ningún ser humano razonable pueda dudar de él y pone como ejemplo la mesa que tiene frente a él. Se cuestiona acerca de la manera en que conocemos la mesa, mediante los sentidos, y se pregunta qué tan cierto es ese conocimiento si, dependiendo del ángulo desde el que se mire, de la luz, entre otros factores, esta aparecerá diferente para distintos observadores.

Nos hemos percatado de que, si tomamos un objeto cualquiera, de la clase que suponemos conocer por los sentidos, lo que los sentidos nos dicen inmediatamente no es la verdad acerca del objeto tal como es aparte de nosotros, sino solamente la verdad sobre ciertos datos de los sentidos, que, por lo que podemos juzgar, dependen de las relaciones entre nosotros y el objeto. Así, lo que vemos y tocamos directamente es simplemente una «apariencia», que creemos ser el signo de una «realidad» que está tras ella. Pero si la realidad no es lo que aparenta, ¿tenemos algún medio de conocer si en efecto existe una realidad? Y en caso afirmativo, ¿tenemos algún medio
para descubrir en qué consiste? Tales preguntas son desconcertantes, y es difícil saber si no son ciertas aun las más raras hipótesis. Así, nuestra mesa familiar, que generalmente solo había despertado en nosotros ideas insignificantes, aparece ahora como un problema lleno de posibilidades sorprendentes. Lo único que sabemos de ella es que no es lo que aparenta.
Russell, B. Los problemas de la filosofía (1912).  


Recurso 5
¿Es posible encontrar la verdad?


El filósofo alemán Friedrich Nietzsche ofrece una perspectiva según la cual no existe una verdad universal, pues ninguna corresponde a la verdad más que en apariencia.

¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades
son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal.
Nietzsche, F. Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (1873)

Actividades

1.- En relación con el planteamiento de Aristóteles, ¿qué consecuencias tendrá el que la filosofía no tenga una utilidad o afán práctico? ¿Qué característica se desprende de esta idea?


2 Elige una de las preguntas filosóficas que se plantean en los Recursos 1 a 5 y explica su relevancia para el ser humano. Entrega al menos dos razones.
 

3 Considerando los tipos de preguntas filosóficas revisadas hasta el momento, formula una nueva que tenga las siguientes características: ofrecer diversas posibilidades de respuesta, ser una pregunta radical y poner en juego la capacidad crítica de la razón.  

EVALUANDO LA VALIDEZ DE UN RAZONAMIENTO

 ¿CÓMO DIFERENCIAR RESPUESTAS VÁLIDAS?   

 
Como ya hemos visto, la filosofía está relacionada con una actitud de preguntar, de buscar los fundamentos de nuestra acción y realidad.  Por tanto, invariablemente se encontrará con distintas respuestas a estas preguntas. Provisionalmente, convengamos en que una respuesta dice algo sobre alguna cosa, de tal manera que es una tesis, algo que se puede comprobar o examinar. Estas respuestas se construyen o destruyen con razones o argumentos, los primeros filósofos se percataron que tenían esa capacidad de pensar y razonar. Le llamaron logos. (pensamiento, razón).    
En este taller nos centraremos en preguntas y respuestas sobre un concepto filosófico muy importante: La verdad.  Y nos servirá para ejercitar y comprender cómo elaboramos y podemos examinar nuestros argumentos.

UN POCO DE VOCABULARIO ANTES DE ENTRAR EN LOS TEXTOS:

Argumentación: Es una herramienta clave para la elaboración de razonamientos válidos y consistentes.
Premisas: Son las primeras oraciones que se ponen al inicio de un razonamiento. Es decir, La base.
Conclusión: Es el resultado inferido del razonamiento, es decir, hacia donde conduce el argumento.
Consistencia: Se refiere a si las premisas son adecuadas para obtener una conclusión válida.
Pertinencia: las premisas se relacionan directamente con la conclusión.
Confiabilidad: Las premisas están fundamentadas en fuentes sólidas. (investigaciones, observaciones, etc)
Sobregeneralización: La conclusión afirma cosas que van más allá de lo aceptado en las premisas.
Falacia: Es una construcción de frases que no es válida para probar una tesis o afirmación.


IDEA CLAVE

Para cada problema hay diversas posibilidades de respuesta.  


Ejemplo:
Gabriel: ¿Es bueno mentir en determinadas circunstancias?  
Rosa: No, siempre debemos decir la verdad.
Gabriel: ¿Qué te hace decir eso?
Rosa: Las mentiras pequeñas o insignificantes dan lugar a mentiras mayores.

Identifiquen la estructura argumentativa de las respuestas que dieron
Todo argumento tiene un punto de partida (premisa(s) y un punto de llegada (conclusión)

Algunas preguntas asociadas a los criterios de validez de un buen argumento:

1. ¿Son las premisas suficientes para sustentar/apoyar la conclusión? Consistencia.
2. Las premisas, ¿se relacionan directamente con la conclusión que pretenden sostener? Pertinencia.
3. Los términos utilizados en las premisas y conclusión, ¿tienen un significado definido? Ausencia de ambigüedad.
4. ¿Tienen fuentes confiables las premisas? Confiabilidad.
5. ¿Abarca más la conclusión que las premisas? Sobre generalización.
6.- Deduzca y señale tres criterios para examinar la validez de un argumento.



EJERCITANDO LA APLICACIÓN DE ESTOS CRITERIOS:
Leer y observar a modo de ensayo…El taller propiamente tal es con el Texto Nº2

TEXTO 1
[La mentira, una reivindicación moral. De cómo la mentira es útil en un paciente en etapa terminal
Duarte-Mote J, Sánchez-Rojas G]

“Si se toma en cuenta que es el resultado de la acción lo que [define que] la etiqueta [resultante sea] buena o mala y no la acción en sí misma, la utilidad de la mentira puede justificarse bajo ciertas circunstancias. El resultado de su ejercicio puede provocar un beneficio, a diferencia de la verdad que puede ocasionar un mal mayor. […]. Socialmente es inaceptable una persona que dice siempre la verdad, incluso resulta hasta peligroso. Conforme las ideas de San Agustín, quien considera cierto tipo de mentiras que no hacen daño e incluso algunas de ellas que pueden hacer un tipo de bien, y evaluando el resultado de la mentira misma, se puede argumentar que si el resultado de una mentira (considerándola más bien el ocultamiento de información) produce una sensación de bienestar, esperanza y optimismo en enfermos terminales, esto justifica su uso. El resultado es mucho mejor si se usa la mentira que exponer a un enfermo en estas condiciones a una verdad cruda y decepcionante”.

a)    Este texto, qué pretende demostrar?
R:
b)    Premisas  
(i)    El resultado de la acción es lo que (determina) la etiqueta de buena o mala y no la acción en sí misma;
(ii)    El resultado del ejercicio de la mentira puede provocar un beneficio, a diferencia de la verdad que puede ocasionar un mal mayor;
        Conclusión
(iii)    socialmente es inaceptable una persona que dice siempre la verdad, incluso resulta hasta peligroso
c)    ¿El argumento tiene “pertinencia”?
R: Sí, porque las premisas se relacionan directamente con la conclusión
d)    ¿Hay en el argumento “sobre-generalización”?
R: No la hay, porque se mantiene en los casos de experiencia que señala.
e)    ¿El argumento, es “consistente”?
R: Sí, porque hay premisas suficientes

f)    El argumento, es “confiable”?
R: No lo es del todo, porque faltan fuentes para que se sostengan por sí mismas las
              premisas, especialmente la iii).  


TEXTO 2


DEBES LEER CON MUCHA ATENCIÓN ESTE TEXTO, PARA …
Determinar la argumentación presentada a través del texto, exponerla en una síntesis y fundamentar, en cada paso, los criterios de validación.


Un rato después aparecieron dos muchachos más grandes. Marcos reconoció que eran los mismos que había molestado a María la semana pasada cuando iba del colegio a la casa. Ellos no sabían que Marcos era hermano de María. Uno de ellos preguntó: “¿Alguno de ustedes ha visto a María?”. Martín y Ari movieron negativamente la cabeza. El otro muchacho dijo: “Queremos pasar un rato entretenido con ella”. Su amigo río entre dientes. Marcos dijo: “Creo que la vi salir del colegio hace como diez minutos. Dijo que tenía que irse derecho a casa”. Los dos muchachos miraron a Marcos un momento y luego continuaron su camino. Martín siguió tratando de remover las hojas atascadas. Al poco rato apareció Mónica. “Marcos”, llamó con su voz chillona, “¿viste a María?”. Marcos asintió: “Sí, está en el colegio todavía. Está haciendo una tarea especial con Francisca y Elisa”. Mónica regresó al colegio. Los muchachos y Mónica te hicieron exactamente la misma pregunta”, le dijo Martín a Marcos, “pero les diste respuestas absolutamente contrarias”. Marcos asintió y dijo: “Situaciones diferentes”. En ese momento salieron del colegio María, Francisca, Mónica y Elisa. Marcos le contó a María lo que había sucedido. Los otros escucharon atentamente. Entonces Martín dijo: “Fue divertido escuchar que a Marcos le hacían la misma pregunta dos veces seguidas y que una vez la contestó con una mentira y la otra vez con la verdad”. Elisa no pudo dejar de hacerle una broma a Marcos: “Lo hiciste bien, Marcos. Pero no creo que obtengas un alto porcentaje en consistencia”. Marcos enrojeció, y todos se quedaron en silencio sin saber qué decir, hasta que finalmente Ari salió al paso con: “Bueno..”. Elisa lo miró con cara de pregunta. “Lo que quiero decir”, dijo Ari lentamente, “es que Marcos habría sido inconsistente sólo si las dos situaciones hubiesen sido las mismas. Pero no lo fueron. Estaban a kilómetros de distancia”. “¿Mediste la distancia entre ellas?”, preguntó Elisa maliciosamente. “¿Nos puedes explicar tus criterios?”. Ari escudriñó en su mente y estaba a punto de darse por vencido cuando se acordó de las Tres Cabezas del Gigante. Pero antes de que pudiera decir algo, Mónica había exclamado: “Esos tipos... apuesto a que no andan en nada bueno. ¡No tenían derecho a recibir una respuesta honesta! ¡Solo una pregunta honesta se merece una respuesta honesta!”. Ari no aguantó más: “¡Paren!”, exclamó. “No es tan fácil como aparece. Sí, existen criterios: la verdad, las consecuencias y las intenciones”. Los otros simplemente los observaron fijo, esperando que continuara. “Miren, tomen el caso de esos dos tipos. Hicieron una pregunta, pero su intención... su propósito al hacerla... no era bueno. Su mala intención descalifica su pregunta... en esto concuerdo con Mónica. Y las consecuencias podrían haber sido malas si Marcos hubiese dado una respuesta honesta”. “Bien”, dijo Elisa, “¿y qué pasa con la respuesta de Marcos a Mónica?” “Los mismos tres criterios”, contestó Ari. “La intención de Mónica era buena, y las consecuencias de contestarle honestamente parecían buenas, entonces Marcos dijo la verdad. No veo nada malo en lo que hizo”. “¿Pero qué pasa con su inconsistencia?”, insistió Elisa. Ari se encogió de hombros. “No creo que haya sido inconsistente. Estamos todos de acuerdo en que las dos situaciones fueron completamente diferentes. Si hubiesen sido iguales y él hubiese dicho una cosa una vez y lo contrario la vez siguiente, entonces sí que habría sido inconsistente”. [Lipman, M. Elisa]  


1.- Determinar el argumento a partir de las premisas:

R: (Orientación a la respuesta)  
Las premisas
a)    Hay tres elementos para considerar la consistencia de una respuesta a una pregunta: La verdad, las intenciones y los resultados.
b)    Se discute la consistencia de una respuesta cuando la pregunta está hecha con mala intención en comparación cuando está hecha con recta intención. (la mala intención descalifica la pregunta)
c)    En el caso indicado, las respuestas de Marcos, aunque distinta (a la de los muchachos y a Mónica mantiene la consistencia. Es el ejemplo que lo demuestra.
La conclusión:
La respuesta de Marcos fue consistente, ya que en los casos en que se compara, las intenciones de las preguntas eran diferentes: Una, para molestar, y otra, para estudiar.
 

Analizar el argumento
2.- ¿Hay consistencia?
3.- ¿Hay pertinencia?
4.- ¿Hay confiabilidad?
5.- ¿hay sobre – generalización?


EJERCICIO CON CITAS DEL LIBRO BÍBLICO ECLESIÁSTICO

Para practicar y profundizar, sugiero, tomar un texto que abunde en “respuestas” para determinar cómo se argumenta. Por ejemplo:

a) No te prives de la felicidad presente, no dejes de cumplir un legítimo deseo. ¿Por qué tendrás que dejar a otro tu fortuna y el fruto de tus fatigas para que lo sorteen?  (Eclo, 14 – 14-15).

a1) Identificar supuestos:
Ej: Hay diferentes tipos de deseos, unos son "legítimos". / la felicidad se alcanza cumpliendo los deseos. / El trabajo da frutos
a2) ¿Cuál sería la conclusión, en éste caso?


b) Tropieza el rico y muchos brazos lo sujetan, dice estupideces y encima lo aplauden; tropieza el pobre y lo llenan de reproches, habla con sensatez y no le hacen caso. (Eclo 13, 22).

b1) Identificar supuestos:
Ej: Tanto las acciones como las palabras tienen un efecto o reacción en quienes te rodean / ....

b2: ¿Cuál sería la conclusión en este caso? ¿Es decir, qué pretende probar?
 
                          

Extracto de De asombros y nostalgias, de Jorge Eduardo Rivera:

 Texto: Extracto de De asombros y nostalgias, de Jorge Eduardo Rivera:
Fuente: Programa de Filosofía Mineduc, 3º Medio 


“La filosofía se convierte en pasión cuando logra hacer de verdad eso que le es más propio, vale decir: preguntar. Filosofar es preguntar. Pero –una vez más– tenemos que recordar que preguntar no es lo mismo que formular una pregunta. Pilato le preguntó a Jesús “¿qué es la verdad?” Pero, en realidad, lo que hizo no fue más que formular esa pregunta. En el fondo, no le interesaba saber lo que es la verdad. Si le hubiera interesado realmente saber lo que es la verdad, si lo hubiera necesitado para ser, no habría podido seguir haciendo otras cosas, sino que se habría quedado allí fijo, girando en torno a lo que la verdad pudiera ser. Pero Pilato lanzó su pregunta y luego se dedicó a otras cosas. Esa pregunta no era una verdadera pregunta. Porque una verdadera pregunta es una pregunta hecha con pasión, una pregunta que nos agarra y no nos suelta, como esos perros guardianes que cuidan las casas de los ricos. ¿Qué es preguntar?

La palabra preguntar viene del latín percunctari, que significa vacilar. Preguntar es vacilar. Y vacilar quiere decir perder la solidez, estar en peligro. Cuando estamos tranquilamente sentados podemos descansar confiadamente. Estamos seguros, firmes. Y es ciertamente una delicia esta experiencia de la solidez y la firmeza. Es un modo de estar en la realidad que se caracteriza por la satisfacción: nos sentimos a gusto, estamos bien. Hasta que, de pronto, empieza a temblar.
Me refiero a un temblor de tierra común y corriente. Aunque los temblores de tierra jamás son comunes y corrientes. Son siempre algo extra-ordinario, algo amenazante para lo habitual y acostumbrado. Cuando empieza a temblar, salimos de nuestra firmeza, de nuestra seguridad, y de pronto estamos inseguros. El hombre que está inseguro se pone en movimiento para buscar seguridad. Cuando tiembla, huimos. Pero hay que entender esta huida. De lo que huimos es de la inseguridad. Huimos, quizás, para buscar refugio en un lugar seguro, donde no estemos amenazados. ¿Por qué huimos de la inseguridad? Se diría que la in-seguridad es lo contrario de la vida. La in-seguridad nos amenaza: nos quita ese estar en la realidad en que nos sentíamos a gusto, es decir, nos quita –en cierto modo– la realidad en que estábamos. En lo inseguro no se puede estar. Lo inseguro es lo inestable: es lo que vacila. Y huimos de lo vacilante, porque necesitamos estar firmes. Porque estar, en sentido pleno, es estar firmes, estar en lo firme. […]

Preguntar es vacilar, es estar sin estar, estar en lo inestable. Por eso, preguntar es salir en busca de lo firme, querer saber, y querer saber de un modo seguro, en forma estable. Preguntar es una cosa extraña y nada fácil. “Las preguntas –decía Heidegger–, y más aún las preguntas fundamentales, no se encuentran ahí tan simplemente como las piedras y el agua. Las preguntas no las hay como hay los zapatos o los vestidos o los libros. Las preguntas son y sólo son en su real y efectivo preguntarse”. ¿Qué es, pues, la filosofía? La filosofía no nace jamás de sí misma. Nace de un acontecimiento radical que nos pone en marcha, que nos saca de nosotros hacia otra cosa. Este acontecimiento radical se llama admiración o –mejor– extrañamiento. La filosofía –decían Platón y Aristóteles– nace de la extrañeza. ¿De qué se extraña el ser humano filosófico?

Se extraña de lo más obvio, de lo que siempre estaba ahí, de lo de siempre. Se extraña de un cierto fondo –de un suelo– en que su ser ha estado siempre. “Se extraña” quiere decir: se hace extraño a eso de lo que antes era familiar. Lo que antes le era natural, sencillo, familiar y obvio – como nos son familiares nuestros padres, nuestros hermanos o el perro regalón– se le ha convertido al ser humano, de pronto, en algo problemático, extraño, ajeno y lejano. Algo en lo que estábamos se nos va. Pero no se nos va pura y simplemente, sino que a la vez nos acosa, nos asalta, se torna un extraño, pero –curiosamente– no un extraño que nos resulte indiferente, que no nos interese en absoluto, sino justo al revés: un extraño que nos mantiene retenidos y absortos en su propia extrañeza. Pero la extrañeza filosófica no es una extrañeza por esto o lo otro, por tal o cual cosa que de repente se nos haya vuelto asombrosa. No. La extrañeza filosófica es una extrañeza absoluta. En ello todo se nos hace extraño. Y lo que en todo nos extraña es algo que está en todas las cosas: su ser, su realidad. Nos extraña que las cosas sean, que sean reales”.

Para responder 

1.- ¿Qué pretende explicar el autor con la crítica que hace a la pregunta de Pilato a Jesús: ¿Qué es la verdad"?
2.- ¿Cuál sería el acontecimiento radical a partir del cual "surge" la filosofía, según el autor?
3.- Según el autor, ¿qué relación existe entre preguntar y la seguridad?
4.- ¿Qué preguntas me he hecho o me han hecho vacilar y sentir perder la estabilidad sobre cosas que antes me sentía muy seguro?
5.- ¿En qué se distingue la "extrañeza" de la filosofía de las "otras extrañezas"?

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