Fuente: Texto de filosofía Mineduc - Santillana 3º Medio
LECCIÓN: 1 - Todas las personas pueden filosofar
Págs. 14 y 15
1. ¿Qué se han preguntado los filósofos?
El surgimiento de la filosofía occidental suele relacionarse con un cambio en la forma de explicar los fenómenos cotidianos: el paso del mito al logos. Mythos y lógos son expresiones griegas que pueden traducirse como «palabra».
Sin embargo, la palabra entendida como mythos se refiere a narraciones sagradas que intentan explicar el origen y la regularidad del cosmos recurriendo a fuerzas
sobrehumanas, como dioses o poderes cósmicos personificados. En cambio, la palabra entendida como lógos se convertirá en instrumento de indagación de la verdad, y también de debate y deliberación pública, que trata de convencer argumentando y fomentando la capacidad crítica de la razón.
Aristóteles planteaba ya en el siglo IV a. C. que «los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio, admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a las estrellas, y el principio del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. […] De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad o afán práctico. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a esta como la única ciencia libre, pues esta sola es para sí misma» (Metafísica, I, 2, 982b).
Las preguntas que se hacen los filósofos son preguntas «radicales», pues apuntan «a la raíz» de aquello que ponen en cuestionamiento. El sentido de la vida, la
existencia de Dios, la realidad, la naturaleza humana, la libertad, el bien, la belleza, la justicia, entre muchos otros, son temas que han inquietado a los filósofos a lo largo de la historia. En las páginas 12 a 15 se presentan algunas preguntas filosóficas relacionadas con estos temas.
Recurso 1
¿La vida tiene sentido?
Una pregunta esencial de la filosofía es sobre el sentido de la existencia.
Existe un solo problema filosófico verdaderamente serio: juzgar si la vida merece o no ser vivida.
Lo demás, por ejemplo, si el mundo tiene tres dimensiones, si el espíritu tiene nueve o doce categorías, son cuestiones secundarias. Son un juego.
Antes hay que responder… Yo nunca he visto morir a un hombre por defender el argumento ontológico.
Galileo, a pesar de que había descubierto una verdad importante, abjuró de ella muy fácilmente apenas vio en peligro su vida. En cierto sentido, hizo bien.
[…] Pero veo, por el contrario, que muchas personas mueren porque juzgan que la vida no es ya digna de ser vivida. Y, paradójicamente, veo a otros que se
hacen matar por ciertas ideas —o ilusiones— que constituyen su razón de vivir (lo que se llama una razón para vivir constituye, al mismo tiempo, una
óptima razón para morir). Por tanto, pienso que el sentido de la vida es la cuestión más urgente.
Camus, A. El mito de Sísifo (1942)
Recurso 2
¿La vida, tiene sentido?
En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo. Dichas tareas y, consecuentemente, el significado de la vida difieren de un ser humano a otro, de un momento a otro, de modo que resulta completamente imposible definir el significado de la vida en términos generales.
Nunca se podrá dar respuesta a las preguntas relativas al sentido de la vida con argumentos especiosos.
«Vida» no significa algo vago, sino algo muy real y concreto, que configura el destino de cada ser humano, distinto y único en cada caso. Ningún ser humano ni ningún destino pueden compararse a otro ser humano o a otro destino. Ninguna situación se repite y cada una exige una respuesta distinta; unas veces la situación en que un ser humano se encuentra puede exigirle que emprenda algún tipo de acción; otras, puede resultar más ventajoso aprovecharla para meditar y sacar las consecuencias pertinentes.
Frankl, V. El hombre en busca de sentido (1946)
Recurso 3
¿Existe Dios?
Las preguntas filosóficas asociadas con la existencia de Dios se relacionan con distintas temáticas. Una de ellas es la pregunta por el mal, como se aprecia en el siguiente dilema planteado por Epicuro:
O Dios quiere quitar el mal del mundo, pero no puede; o puede, pero no quiere; o puede y quiere. Si quiere y no puede, es impotente. Si puede y no quiere, no nos ama. Si no quiere ni puede, no es el Dios bueno y, además, es impotente. Si puede y quiere —y esto es lo más seguro— entonces, ¿de dónde viene el mal real y por qué no lo
elimina?
Epicuro, siglo III a. C.
Recurso 4
¿Qué es lo real?
La pregunta por lo real es un tema central de la filosofía. Bertrand Russell se pregunta si hay algún conocimiento tan cierto que ningún ser humano razonable pueda dudar de él y pone como ejemplo la mesa que tiene frente a él. Se cuestiona acerca de la manera en que conocemos la mesa, mediante los sentidos, y se pregunta qué tan cierto es ese conocimiento si, dependiendo del ángulo desde el que se mire, de la luz, entre otros factores, esta aparecerá diferente para distintos observadores.
Nos hemos percatado de que, si tomamos un objeto cualquiera, de la clase que suponemos conocer por los sentidos, lo que los sentidos nos dicen inmediatamente no es la verdad acerca del objeto tal como es aparte de nosotros, sino solamente la verdad sobre ciertos datos de los sentidos, que, por lo que podemos juzgar, dependen de las relaciones entre nosotros y el objeto. Así, lo que vemos y tocamos directamente es simplemente una «apariencia», que creemos ser el signo de una «realidad» que está tras ella. Pero si la realidad no es lo que aparenta, ¿tenemos algún medio de conocer si en efecto existe una realidad? Y en caso afirmativo, ¿tenemos algún medio
para descubrir en qué consiste? Tales preguntas son desconcertantes, y es difícil saber si no son ciertas aun las más raras hipótesis. Así, nuestra mesa familiar, que generalmente solo había despertado en nosotros ideas insignificantes, aparece ahora como un problema lleno de posibilidades sorprendentes. Lo único que sabemos de ella es que no es lo que aparenta.
Russell, B. Los problemas de la filosofía (1912).
Recurso 5
¿Es posible encontrar la verdad?
El filósofo alemán Friedrich Nietzsche ofrece una perspectiva según la cual no existe una verdad universal, pues ninguna corresponde a la verdad más que en apariencia.
¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades
son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal.
Nietzsche, F. Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (1873)
Actividades
1.- En relación con el planteamiento de Aristóteles, ¿qué consecuencias tendrá el que la filosofía no tenga una utilidad o afán práctico? ¿Qué característica se desprende de esta idea?
2 Elige una de las preguntas filosóficas que se plantean en los Recursos 1 a 5 y explica su relevancia para el ser humano. Entrega al menos dos razones.
3 Considerando los tipos de preguntas filosóficas revisadas hasta el momento, formula una nueva que tenga las siguientes características: ofrecer diversas posibilidades de respuesta, ser una pregunta radical y poner en juego la capacidad crítica de la razón.
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